Saná, Yemen.- Varios ataques aéreos fueron lanzados contra seis provincias de Yemen, las cuales están bajo el control de los rebeldes hutíes entre ellas la capital Saná, el bombardeo sucedió después de que Estados Unidos y el Reino Unido advirtieran con responder a los ataques lanzados por los insurgentes contra una navegación en el Mar Rojo. Reportes señalaron que misiles impactaron en Al Hudeidah Saada, Dhamar, Taiz y Hajjah.
"Nuestro país ha sido objeto de una agresión masiva por parte de barcos, submarinos y aviones de combate estadounidenses y británicos, y no hay duda de que Estados Unidos y Gran Bretaña tendrán que estar preparados para pagar un alto precio”, dijo en X el viceministro de Exteriores de los hutíes, Husein al Ezzi. Además amenazó que tanto Londres como Washington "soportarían las terribles consecuencias de esta flagrante agresión".
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Según los testigos que fueron consultados por medios internacionales, los misiles que cayeron en Saná tenían como objetivo la base aérea de Al Daliami, localizada en el aeropuerto capitalino, sin embargo, los otros dos ataques en Taiz, dañaron posiciones militares así como al aeródromo. En la ciudad portuaria de Al Hudeida, desde donde los hutíes han lanzado gran parte de los ataques contra navíos mercantes, los bombardeos tuvieron como objetivo diferentes posiciones cercanas a su aeropuerto.
Por otro lado, el miembro del buró político de los hutíes Ali al Quhom declaró en la red social X, que tanto Saná como otras provincias yemeníes "están siendo bombardeadas por aviones estadounidenses y británicos". Asimismo, sostuvo que las agresiones representan una "guerra abierta".
“La batalla será más grande, y más allá de la imaginación y las expectativas de los estadounidenses y los británicos. Es una guerra abierta”, dijo el responsable insurgente, que aseguró que EE.UU. y el Reino Unido “se arrepentirán de su agresión”.
Al Quhom aseguró que los hutíes “ahora están respondiendo enérgicamente a los acorazados estadounidenses y británicos en el mar Rojo”, donde aseguró que se está desarrollando “una guerra furiosa”. “Se atacarán sitios y bases militares estadounidenses y británicos, y el siguiente (paso) es mayor”, amenazó el responsable.
Fuente: Tribuna