Ciudad Obregón, Sonora.- Con el objetivo de apoyar a los jóvenes seminaristas para continuar en su formación por el sacerdocio, nuevamente la Fundación San Pablo puso manos a la obra con la XXXI cena pro-seminario.
Por 60 años el patronato ha acudido al apoyo de los sacerdotes, en esta ocasión, por motivo de la pandemia y precaución sanitaria la velada se convirtió en un drive thru.
Entre colaboradores y cocineros se prepararon más de 850 platillos con los que se recaudaron los fondos. Al acto de entrega, acudió el obispo de la Diócesis de Ciudad Obregón, Rutilo Felipe Pozos Lorenzini, para realizar una oración y dar la bendición a todo el equipo que prestó su tiempo, atención y manos para la entrega de alimentos.
Por más de 1 mes se ha trabajado en la elaboración de los alimentos, desde la recolección de los insumos hasta el empaquetado y entrega a los autos: “La fundación nace en 1990, es la cena número 31 así que hay mucha experiencia detrás de esto”, explicó el señor Haskell Cooke, presidente del patronato. Al preguntar sobre el origen de este tipo de acciones, Haskell comentó que el sentimiento está relacionado con el creador:
El señor nos da varios dones, el nos regala su tiempo y los talentos, agradeciendo nosotros a su generosidad, buscamos como ayudar, así nace ese corazón de poder servir. La fundación San Pablo en sus raíces con ese mismo criterio va y toca las puertas del seminario, los pioneros se presentaron y dijeron 'queremos ayudar'", explicó.