Ciudad de México.- Primero Disney y Pixar conmovieron al mundo con la película Coco, la cual muestra las tradiciones mexicanas especialmente la del Día de Muertos, proyecto que al parecer se ha quedado 'corto' pues la versión de Pinocho, hecha por el cineasta mexicano Guillermo del Toro, es la que se lleva el récord de más lágrimas derramadas, ya que muchos de los que ya la vieron aseguraron que la mitad de la cinta la pasaron limpiándose el rostro por lo conmovedora que es.
Sin embargo, una pequeña niña se ha 'robado' la atención de la audiencia pues a través de la plataforma TikTok se muestra ahogada en llanto y pidiéndole, de manera encarecida a su madre, que no se la ponga de nueva cuenta, pues las últimas escenas le causaron tanto conflicto que fue fue difícil consolarla para que ya no siguiera conmoviendo con su llanto.
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"No mami, no me vuelvas a poner Pinocho", dice la menor de edad.
Cabe destacar que los internautas se solidarizaron con la pequeña niña a quien le dijeron que no era la única que había reaccionado de manera similar; no obstante, también hubo otros comentarios que recordaron que, de acuerdo a lo expuesto por el cineasta y ganador del Oscar, pese a ser una película animada no es para niños, motivo por el que se hizo la sugerencia de no ponerla a los menores y claro, evita una reacción de este tipo.
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Aunque Pinocho ha hecho que muchos acabemos llorando y sollozando el resto del día, la marioneta principal de la película que posiblemente lleve al tapatío a ser nominado a los Oscar como ahora ha ocurrido con los Globos de Oro, se dejó ver en algunos de los puntos más populares de la CDMX, tal fue el caso del Ángel de la Independencia y el Castillo de Chapultepec, lugares turísticos donde Netflix retrató a su estrella.
La versión de Pinocho de Guillermo del Toro está disponible en Netflix desde el pasado 9 de diciembre y 'desbancó' a Merlina de Tim Burton como la más vista a nivel internacional. Para el cineasta, le llevó 15 años hacer esta obra maestra pero al público nos llevó menos de 20 mutuos para ‘romper en llanto’ y todavía no reponernos de ello; no obstante, vale la pena volverla a ver porque sin lugar a dudas, es "pura magia" como la calificó Stephen King.
Fuente: Tribuna