OPINION

La lucha por el PRI

Columna de opinión de Bulmaro PachecoCréditos: TRIBUNA
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Hace algunos años, en un diálogo con Porfirio Muñoz Ledo, ex dirigente nacional del PRI, le hice la siguiente pregunta: ¿Por qué, Porfirio, a pesar de tanto ataque al PRI, de algunos certificados de defunción, y tanta descalificación a sus gobiernos a través del tiempo, una parte importante de los electores sigue votando y sigue llevando a priistas a gobiernos estatales y municipales y al Congreso de la Unión?

“Por una razón: El PRI, hasta ahora, ha sido el único partido político que ha construido tramos importantes de la historia de México”.

Tenía razón. Ni el PAN en dos sexenios (Fox y Calderón), ni Morena en casi cuatro años de gobierno, se pueden jactar de haber construido tramos de la historia de México. Morena al parecer quiere demoler el pasado y la historia, pero sin proponer, y atacando sin alternativas a nombre de una transformación que nadie ve llegar, y repite los viejos esquemas de acción política (gobierno de partido y de parientes) que tanto combatieron mientras fueron oposición.

Recientemente, el presidente López Obrador (ex priista también) afirmó que buscaría los votos para que le aprueben su proyecto de reforma eléctrica que tanta polémica ha generado. No le dan las cuentas al Gobierno solo con sus aliados. Morena no cuenta con el número de legisladores suficientes (diputados y senadores) para reunir las 2/3 partes de las Cámaras para la reforma constitucional, y sin rubor alguno el presidente dijo que buscarían los votos ¡del PRI! ¿Y a cambio de qué?

El PRI le contestó que van a revisar la iniciativa y que se realizarán consultas con los sectores involucrados para recabar sus opiniones acerca de la viabilidad de la reforma propuesta. Rubén Moreira, el coordinador de los diputados federales, afirmó en la Asamblea Nacional: “Así como está, la propuesta de López Obrador no pasa. Se le deben hacer enmiendas y escuchar a los interesados”. Trascendería después que la iniciativa se discutiría después del ejercicio de la revocación de mandato y las elecciones de junio en los seis estados en disputa.

¿Por qué buscan al PRI?

Porque el PRI contó siempre con los administradores y políticos más experimentados. En la llamada 4T ya se dieron cuenta que no es tan fácil gobernar México, como ellos pensaban.

Se requiere la experiencia, la capacidad y la vocación de servicio que ellos no tienen, como se demuestra con tanta renuncia en el gabinete, con las improvisaciones y el despilfarro de recursos en obras que no son prioritarias para México.

¿Dónde quedaron aquellos integrantes de gabinetes presidenciales como Antonio Ortiz Mena, Jaime Torres Bodet, Jesús Reyes Heroles, Agustín Yáñez, Alfonso García Robles (premio Nobel), Antonio Carrillo Flores, Jesús Kumate, Fernando Solana, Pedro Ramírez Vásquez y Víctor Bravo Ahúja, entre otros?, ¿Quién de los modernos de la autollamada 4T podría compararse con esos mexicanos eminentes?

Esos personajes si construyeron parte de la historia de México y las principales instituciones que modernizaron al país en todos los aspectos, no como los de ahora que solo destruyen. También pusieron en marcha las soluciones nacionales que el país demandaba durante esa transición histórica donde todo era urgente y todo estaba por hacerse. Ahí están los avances educativos, en el sector Salud, el sistema de partidos, INE, TEPJF, la CEDH, el resto de órganos autónomos y las bases de los tratados de libre comercio con varios países del mundo que modernizaron la economía mexicana y elevaron considerablemente los ingresos de México por las exportaciones.

También en el ámbito político —y a partir de 1979— con la creación de más de 30 partidos que, al consolidar la pluralidad de México, disminuyeron el conflicto social y promovieron el cambio y las reformas para la ampliación de la representación en el Congreso de la Unión, los congresos locales y los ayuntamientos.

Quedan cuestiones que las generaciones anteriores supieron resolver con imaginación y voluntad: La estabilización de la economía; la lucha contra el analfabetismo; las campañas de vacunación que erradicaron enfermedades graves, la transición de un México rural al urbano; la masificación de la educación, que elevó considerablemente la formación de los mexicanos; y la imaginación de soluciones y respuestas para los complejos problemas de México que en ocasiones parecían insolubles.

En Sonora está ya próxima la renovación de la dirigencia estatal del PRI. Desde julio del año pasado, cuando pasaron las elecciones, fueron varios los militantes del PRI que levantaron la mano como aspirantes a la dirigencia —entre otros el que esto escribe— y se llegó a varios acuerdos internos: Esperar que se le venciera el período en octubre al presidente Ernesto de Lucas; esperar a que Claudia Pavlovich dejara el Poder Ejecutivo estatal para evitar su pretendida injerencia en el proceso; esperar también a que el dirigente estatal asumiera el cargo de diputado local en el mes de septiembre; y que el CEN del PRI enviara un delegado especial para que sondeara, auscultara y consultara con los priistas el tipo de dirigencia para los tiempos difíciles que corren: Un PRI sin gobernador estatal, sin presidente de la República, sin mayores recursos económicos con escasa representación en el poder público pero con un priismo vivo y a la expectativa consciente de que su partido sigue siendo la segunda fuerza política en México y en Sonora.

Se atravesaron la Asamblea Nacional, entre octubre y diciembre, y la selección de candidatos a gobernadores en seis estados en los primeros meses del año. Meses después, la ex gobernadora —ya ungida servidora de la autollamada 4T— y su élite beneficiada durante su gobierno se hacen presentes con una propuesta tardía de liderazgo.

Por el interés del grupo clasista y frívolo que la acompaña, pareciera que no tienen ‘llenadera’ en sus beneficios obtenidos del pasado inmediato, ni son conscientes del daño que hicieron y que el priismo registra puntualmente. Porque es evidente que no buscan el interés del partido ni su recuperación, sino con su oportunista propuesta de liderazgo, agandallar al priismo y ponerlo al servicio de negociaciones con los gobiernos de Morena ahora que la ex gobernadora ya está en las filas de un gobierno que la usará, sin duda, para dividir. Eso puede causar fracturas innecesarias en su intento por alterar el proceso de relevo. Seguramente el CEN del PRI tendrá la información adecuada del caso para evitar el agandalle y las vueltas al pasado inmediato.

A los 93 años que cumplirá el próximo 4 de marzo, el priísmo en Sonora y en México se mantiene vivo, consciente de sus aportaciones históricas más allá de las acusaciones de coyuntura y las acusaciones superficiales que a cada rato le endilgan. El que no lo crea, que observe el urgente llamado del Presidente de México a cerrar filas con el PRI en su proyecto de reformas Constitucionales. ¿No que no?

bulmarop@gmail.com