La celebración del Día de Muertos se apropia en cada localidad de nuestro país. Mucho se discute de dónde proviene dicha festividad, y en este referente se habla de la cultura celta, originaria de una tradición característica de Europa, en donde se hacían ciertos 'rictus' que, por la influencia de los conquistadores españoles, vienen a permear la parafernalia propia de las formas de vida prehispánica, que, para dar fuerza a dicha cultura, la muerte tuvo un alto nivel de relevancia y significación en medio de cada una de las acciones en el sacrificio de vidas humanas, que se llevaban a cabo para honrar a los dioses.
Mezclado con el sincretismo católico consistente en la celebración de todos los santos, la visita a los cementerios, o más bien dicho, 'panteones' en nuestra apropiación de la lengua, se vuelve una fiesta, y esta se da en medio de una algarabía envuelta con cierto toque de nostalgia, que se siente en la mayor parte de quienes, por tradición, lealtad y honor a la memoria de sus difuntos, acuden a los diversos puntos sepulcrales que existen en nuestra localidad y que, hace poco más de 25 años, no eran más que dos los puntos de referencia en este tan 'huido' tema de acudir a sepultar a alguien.
El primer punto de reunión luctuosa en este municipio se instauró alrededor del año de 1925, y es conocido como el panteón 'De Nuestra Señora de Guadalupe', cuyo nombre no da para más explicación que la devoción de nuestro país a la Guadalupana. Este cementerio se halla en las orillas de lo que conocemos como la colonia Benito Juárez, o popularmente conocida como Plano Oriente, que, siendo uno de los asentamientos más clásicos y tradicionales por ser de los primeros en fundarse en nuestro municipio, resultaría más que lógico que se considerara un lugar de refugio sepulcral cerca del mismo. Este espacio alberga desde personas hasta familias con el arraigo de haber vivido en esta legendaria colonia; tradicionalmente ahí tienen algunos espacios que sus antepasados dejaron para el momento de dar el último adiós. Cabe señalar que cada vez son menos las personas que siguen en la vigencia de acudir al descanso eterno en este lugar, ya que está saturado y, por consiguiente, con apego a los permisos del H. Ayuntamiento, se debe demostrar el título de propiedad del terreno mortuorio, o demostrar que hay espacio en donde los restos de sus familias reposan.
Hoy en día, con la posibilidad de estar en tendencia la 'cremación' y quedando las cenizas de algún fallecido, es sencillo acudir a aprovechar los espacios de quienes tienen familiares sepultados en este lugar y encontrarles un pequeño espacio para la colocación de las mismas.
Es relativamente chico, acorde al proyecto propio del año al que fue fundado, en donde la población local era mínima. Hay apellidos de abolengo, extranjeros, propios de la gente que llegó a ser iniciadora de nuestra localidad, es decir, de los pioneros. Por ahí está una tumba emblemática del niño Alejandro Zaragoza, que es llamado 'El Niño Milagroso'; fallece a los tres años de edad en el año de 1929 y, sin superar el duelo, su familia migra al Puerto de Guaymas. En su lápida está erigida una escultura tan bien hecha que es como si fuera un niño propio de la edad. Parece observar a quien pasa, y a pesar de los años, quienes han salido de beneficio por sus favores han estado en constante restauración y conservación, para que esta insignia perdure aún más tiempo.
En 1955 se lleva a cabo el proyecto del Panteón Nuevo, el mismo que respondió a las necesidades propias de una ciudad en crecimiento. La perspectiva de desarrollo del reconocido político René Gándara, quien iniciaba sus gestiones como representante del Ayuntamiento como presidente, fue quien materializó el lugar que hoy todo el municipio conoce como 'Panteón del Carmen'. Conocedores de la época refieren que dicho título del camposanto atiende a que la primera persona sepultada ahí era una niña de nombre Carmen Amaya Hurtado, y por ello fue práctico el poner el nombre en honor a la pequeña fallecida.
Hoy en día, ir a visitar los campos de reposo o ir a un sepelio a este lugar implica hacer un recorrido bastante amplio, debido a las etapas en las que está seccionado este cementerio, en el que desde la entrada te reciben los mausoleos, criptas y recintos de mucho lujo y bastante decorosos, como haciéndonos ver que aun después de la muerte 'hay niveles'.
La muerte ha significado un negocio rentable, y con una visión emprendedora, alrededor del año 2000, aparecen en el mapa dos propuestas que harán competencia al servicio público brindado por el municipio, y surgen Jardín de la Vera-Paz y Jardín Funerales Misión. El primero se halla sobre la rúa ya emblemática y propia del camino de las carrozas y los cortejos fúnebres, la Calzada Francisco Villanueva. Tuvo su auge con un marketing bastante atractivo que jaló adeptos para aprovechar el servicio, pero al poco tiempo iniciaron las 'voces' ante las inconformidades y las fallas contractuales que no materializaban lo prometido. El segundo jardín se halla sobre la Calle Base, salida a Providencia. Este plan de negocio tuvo todo para quienes apostaron por algo que, hasta cierto punto, dignificara el doloroso momento de despedir a alguien: áreas verdes, lápidas estándar, seguridad y mantenimiento, entre otras 'amenidades' que harían un poco más leve y llevadero una triste despedida. El desarrollo de este fue tanto, que hoy en día es de cuatro a cinco veces más de lo que en un principio tuvo como proyecto ser.
Vale la pena recalcar que, en el marco de las festividades luctuosas y en honor a la muerte, en México entran en juego todo aquello que impacta en el sector económico, mismo que en registros propios de las Cámaras eleva porcentajes que a nivel nacional llegan a los 50 mmdp, dejando algo bueno en todo lo que enmarca para algunos ir a dejar suspiros, memorias y nostalgia a los pies de la tumba de nuestros seres que han partido, cuando en otros casos implica el llevar la fiesta y la verbena propia de la época, entre comida, bebidas, música y todo tipo de antojos que circulen por ahí... Ahora sí que la muerte como negocio genera mucha rentabilidad y ganancia.
