OPINION

Mas partidos: ¿Más votos?

Juegos de poder

Bulmaro Pacheco, columnistaCréditos: TRIBUNA
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La participación política ciudadana en las elecciones de Sonora ha venido de más a menos en los últimos procesos electorales. ¿Por qué? no ha sido fácil entender el fenómeno. Falta un estudio serio y profundo que nos lleve a comprender y explicar las nuevas realidades a cabalidad, más allá de especulaciones, anécdotas y medias verdades.

Nuevas fuerzas y circunstancias se han manifestado en los ciclos electorales: Los cacicazgos políticos, la corrupción desbordada, el desencanto con las alternancias en los municipios, el transfuguismo político, candidaturas que no satisfacen las expectativas de la gente, la crisis recurrente de las organizaciones sociales y políticas, y el crimen organizado como una nueva fuerza entrometida con sus expresiones sociales, violentas y financieras en los municipios, entre otras.

En la elección de gobernador de Sonora del 2009 la participación ciudadana fue de 52.69%. En la elección presidencial del 2012 fue del 57.47%. En la de gobernador del 2015 bajó a 51.52%, y en la presidencial del 2018, que se suponía había emocionado y motivado a más electores, se mantuvo en 51.52%; la más baja a nivel nacional.

Para la elección de gobernador en 2021 la cifra bajó notablemente a 43.7%. Preocupante es que solo hayan votado en ese proceso 4 de cada 10 inscritos en la lista de electores; los más bajos porcentajes en municipios importantes como Cajeme y Nogales.

¿Por qué tan baja la participación política en Sonora, cuando en entidades como Chiapas, Tabasco y Veracruz los porcentajes han estado arriba del 70%? ¿Cuáles son los ingredientes de la falta de emoción política? En el Sonora del 2022 operan nueve partidos; siete en México. La diferencia estriba en que tanto el partido Nueva Alianza como Encuentro Solidario cuentan solo con registro local y el PRD, que lo había perdido, lo recuperó con alianzas en el 2021 al obtener el 3.8% de la votación para diputados locales.

Ahora y de acuerdo a lo que establecen tanto la ley local electoral (artículos 71 a 76) como la Ley General de Partidos Políticos (arts. 10 a 19), en el mes de enero se registraron ante el Instituto Estatal Electoral siete solicitudes para empezar a integrar nuevos partidos políticos locales con miras a su autorización para la elección del 2024.

El llamado Partido Sonorense es encabezado por Alí Camacho López, quien buscó ser diputado local del PRI por Etchojoa, respaldado por la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno estatal pasado y la organización Mariana Trinitaria. Sonora Independiente es una iniciativa de la exdiputada perredista Petra Santos, excandidata al gobierno estatal del PRD en 2003 y exdelegada de la Sedatu en los primeros meses de Morena en el gobierno.

Redes Sociales Sonora es promovido por los ex militantes del PAN Francisco Bueno Ayup y Adrián Espinoza. Ambos vivieron sus mejores tiempos políticos en el gobierno de Guillermo Padrés (Bueno como director de Alcoholes, y Espinoza como secretario general del PAN) el año pasado se unieron a las campaña de Redes Sociales Progresistas, que ganó en Sonora los ayuntamientos de Sáric, Bácum y Quiriego.

La organización “Vamos” —presentado por Norberto Gracia— cuenta con integrantes de la sociedad civil y se especula que es impulsado por Norberto Barraza, ex director de Servicios Públicos del ayuntamiento de Hermosillo durante la administración de Célida López.

El Movimiento Laborista Sonorense es presentado por Daniel Reyes González y está respaldado por la CTM local.

La llamada Unión Sonora Independiente, de corte progresista más que de izquierda, es encabezada por José Ruperto Celaya Jiménez, empresario constructor y distribuidor del suplemento alimenticio “Kyani” (en la elección pasada fue invitado como externo por el Partido del Trabajo para la presidencia municipal de Hermosillo) y Juan Manuel Ávila Félix, ex diputado local, dirigente estatal del PRD (1995-1998) y un activo miembro del CEN-PRD hasta 2018.

El proyecto “Movimiento de Seguridad Ciudadana” es encabezado por Víctor Lizárraga Angulo, abogado, ex candidato a regidor de Movimiento Ciudadano en la planilla de Gustavo Almada de Cajeme en 2015.

Son siete iniciativas de partidos políticos locales, cuyos dirigentes deberán abocarse a conseguir y reclutar de acuerdo a la ley el 0.26% de afiliados del padrón electoral local que actualizado al pasado 14 de enero contempla 2,178,541 votantes. Tendrán tiempo para reclutar y registrar un poco más de 6 mil afiliados con credencial de elector en las 2/3 partes de los municipios (48) e igual porcentaje de los distritos locales. Habrá cuestiones que habrán de enfrentar y resolver ante los potenciales votantes:

¿Se requieren en Sonora y en México más partidos políticos o son suficientes los que por ahora se tienen?¿Buscarán mejorar la representación política o solo buscan las prerrogativas de ley?

¿Que tan ambientalista es el partido verde? ¿Cuales causas ha enarbolado en Sonora? ¿Qué tanta izquierda realmente representa el partido del Trabajo?¿Que tanto de izquierda le queda al PRD? ¿Cuales son los partidos que realmente podrán sobrevivir sin alianzas?¿Es el PES realmente un partido político o es una franquicia familiar? ¿Qué otra cosa hace el Panal además de exigir cargos era la administración pública?¿Se mantendrán las alianzas de cara a la elección del 2024?

Los proyectos que se han registrado y que tendrán la respuesta en enero de 2023: ¿representan nuevas alternativas o son más de lo mismo?

En Sonora no hay por ahora un debate político general, serio y de altura sobre los principales problemas del estado… y eso preocupa.

Hay debate solo en algunos medios del comunicación —no en todos—, pero limitados por el tiempo y el espacio. Por una parte, en el Congreso del Estado no han terminado de acomodarse y no abundan ideas ni debates sobre los desafíos actuales de Sonora y los partidos están renovando liderazgos y apenas reponiéndose del proceso electoral.

Las oposiciones llegaron mediante alternancia al poder (México 2018 y Sonora 2021) y hasta ahora—conscientemente—, han actuado más como oposición, tal y como lo hicieron los panistas en su momento.

La fórmula: echarle la culpa de todo al pasado para deslindarse de las pifias o errores en el ejercicio de gobierno y justificarse argumentando que en el pasado también se cometían errores, soslayando con tesis simplistas (70 años perdidos o 36 de atraso) que la población—que promovió los cambios—, les dio la confianza por la promesa de ser diferentes y por representar otras alternativas para proponer y encontrar soluciones y no justificaciones :¿Será que sobran partidos y faltan ideas? El primer mensaje ya lo dieron los votantes en junio pasado, cuando tres nuevos partidos nacionales —supuestamente muy modernos— no fueron votados y desaparecieron. Veremos de aquí en adelante, lo que pase con las siete iniciativas locales y las respuestas de la gente.

bulmarop@gmail.com